El partido del Super Bowl de la NFL volvió a dar cabida al mayor espectáculo de la publicidad televisiva en Estados Unidos con comerciales donde Eminem y Justin Bieber fueron protagonistas.
El encuentro disputado la pasada noche entre los Packers de Green Bay y los Steelers de Pittsburgh, en el "Cowboys Stadium", de Arlington (Texas), también mostró a través de la publicidad que la crisis económica comienza a ser superada en Estados Unidos.
Ante una audiencia de televisión que ya ha batido todas las marcas históricas con más de 106 millones de telespectadores en Estados Unidos, los comerciales de 30 segundos por los que tuvieron a un costo de tres millones de dólares buscaron despertar el apetito consumista de la millonaria parrilla de espectadores.
Durante la publicidad en el reciente Super Bowl el humor imperó en la mayoría de los anuncios y hubo celebridades, como el rapero Eminem quien actuó en un comercial de dos minutos o la estrella juvenil Justin Bieber quien apareció junto a Ozzy Osbourne.
La actriz de televisión Roseanne Barr fue golpeada por un tronco y la incombustible Joan Rivers se convirtió también en una chica de GoDaddy.
Como muestra de la recuperación que ha tenido la industria automotriz en Estados Unidos, los comerciales de automóviles estuvieron también a la orden del día durante el Super Bowl XLV, que ganaron por 31-25 los Packers.
Después de estar ausente del Super Bowl durante dos años mientras salían de la bancarrota ayudados por fondos del gobierno, la General Motors regresó con cinco anuncios para su marca Chevrolet.
En uno de ellos un anuncio corriente para un concesionario de automóviles es interrumpido cuando un automóvil, modelo Camaro, se convierte de pronto en el personaje de Bumblebee de las películas de "Transformers".
Aún tendrá que pasar algún tiempo para ver qué efectos positivos en las ventas de sus productos les dejó la inversión millonaria que hicieron en el llamado Super Bowl de la publicidad.
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